¿Será que vas aparecer?
Me gustaría que lo hagas…
Pero es complicado decírtelo
¿No entiendes?
¿O capaz soy yo la que no sé entender?
Amanecía estos días con sensaciones extrañas.
Días lindos.
Tranquilos.
Limpios.
Claros.
Ocupada cada tanto.
Con tiempo libre para pensar.
Largas horas de sueño.
Más tardías eran las horas cuando el insomnio aparecía.
La ciudad se encontraba durmiendo
Y era lindo mirar por la ventana y pensar.
…A veces escribía…
¿Tú?
Nunca apareciste…
Ni de tarde, ni de día, ni en la noche.
Mensajes sin responder, llamadas sin contestar, salidas sin concretar, promesas sin cumplir…
¿Para qué?
No lo sé…
Tal vez no tenían un fin.
Al fin y al cabo no lo sé.
De todos modos es muy complicado de entender.
Poco a poco tus palabras pierden credibilidad.
Y aquellas promesas y lindas palabras se esfumaron en el viento.
El tiempo se las llevó lejos.
Y mi alma las siente tan distantes.
Que han logrado enfriar toda corteza.
Empiezo a pensar que tal vez me equivoqué.
Y me gustaría aún poder atenerme a mi sueño de no haberlo hecho.
Pero es difícil mantenerse.
No tengo raíces para poder anclarme.
Y estoy a punto de salir volando.
Quisiera poder esperar un tiempo más.
Me gustaría hacerlo.
Pero es poco el tiempo que queda.
Es como si muriera mañana…
Y no poder despedirme de ti.
Me gustaría que contaras conmigo para tus sueños,
Para poder reír, comer y caminar.
Que contaras conmigo para llorar.
Que no tuvieras miedo de hablar.
De gritar.
Que pudieras decirme las cosas en la cara.
Y que no callaras o actuaras como si nada.
Que no cerraras tus pestañas como dos cortinas imposibles de abrir.
Es complicado mirar a través de ellas.
En algún tiempo fui yo la no entendida, la desaparecida, la perdida.
La que chocaba de rama en rama y se agachaba para no encontrarme con tu cara.
Ahora no pido milagros, pido vida…
Felicidad…
Alegría… por pocos días mientras se viva.
